Sábado by nigt; a la sombra de las flores de Lotus, un trío de gourmandes se sienta a disfrutar de la cena y la charla sobre temas gastronómicos. Es el nacimiento de un grupete que asolará cual pacman desatado las mesas de los restaurantes mas variados de Buenos Aires (o al menos eso nos proponemos). Empezando....ya!(++) La ambientación es muy original, el ambiente es relajado. A veces la música está muy alta, pero de lo contrario se escucharían las conversaciones de las mesas vecinas.
Es una casa ambientada para restaurant, se aprovecharon los espacios de las habitaciones para crear espacios mas intimistas. Hasta los baños estan ambientados a la manera thai, y llenos de revistas de gastronomía! Dan ganas de quedaaaarse a leer en el baño.
Tienen un balconcito muy coqueto que me pareció super apto para tomarse unos tragos con vista a Las Cañitas.
Se nota que la dueña-chef es una arquitecta.
(-) Aunque sentarse en el suelo no es tan cómodo como parece a simple vista.
(+) Sirven unas galletas infladas saborizadas de mariscos, para picotear mientras uno pide la entrada, de las típicamente chinas. Vienen con unas tablitas y toallitas húmedas para limpiarse las manos.
Como no todo es comer (también existe tomar), y mientras llegaba Cusi, Lucio y yo nos pedimos un par de tragos Lotus (maracujá frozen y vodka), para amenizar la espera. Estaban bien buenos, muuuy suaves; no llegan al nivel de las caipiras de María Fulô, pero igual tienen su onda y el vodka pasa casi desapercibido.
(-) Lucio pidió gin tonic y le dijeron que no había gin. De una carta que no tiene mas que 4 tragos tradicionales, y dos de ellos son con gin...No podés no tener gin!
Acto seguido, ya con Cusita presente, nos pedimos los apettizer:
Tod Man Gung: Langostinos fritos con coco, con salsa agridulce de tamarindos.
Tom Yan Gung: sopa clara de langostinos, lemongrass, hojas de lima, hongos y chili.
( y ahí me quedó la sospecha de que Gung debe querer decir "langostino" en tailandés)
Arriba pueden ver los restos de 1/2 langostino y 1/3 de sopa, que fue mas o menos a la altura que mas o menos largamos los tenedores y nos acordamos de sacar la foto. Los langostinos estaban muy buenos; todo viene con salsa de tamarindos y salsa de soja y ajo, aparte y en sendos recipientes. Preferí la salsa de tamarindos, porque me encanta lo agridulce!
Definitivamente la sopa fue la estrella, el lemongrass+el chili y el sabor de los langostinos eran una combinación deliciosa.
Abajo están los principales que degustamos:
Kaeng Ped Kai o Nua: Curry rojo de lomo o pollo con calabaza y brotes de bambú en leche de coco.
Kaeng Khiao Wan Kai o Muu: Curry verde de pollo o cerdo con berenjenas en leche de coco.
(se vé que Kaeng debe querer decir "curry")
Y mi salmón al vapor con leche de coco, que no encontré el nombre thai.
Todo estaba muy rico, las porciones eran justas (no abundantes, pero tampoco exiguas). Cada plato viene acompañado de su correspondiente porción de arroz thasmin, que hace su aporte de aroma a esta comida de por sí tan aromática y especiada. El arroz blanco también funciona a efectos de "limpiar" la boca de sabores, es el neutro de la comida.
(+) Nada era demasiado picante, todo estaba bien equilibrado de sabores. Incluso en la carta estaba especificada la intensidad del picante de cada plato. No fear.
(-) La carta es bastante reducida en bebidas, sobre todo en vinos blancos (que casualmente son los que mejor acompañan este estilo de comida) no había ningún Torrontés en la carta, ni Sauvignon blanc por copa. Sólo Chardonnay, y lo sirven en copa de agua.
(--) La carta es tambien pobre en postres, lo cual es un poco peor que lo anterior, porque el lugar es mas bien de comida tailandesa, que las bebidas estén en un segundo plano puede ser un detalle, pero que los postres sean tan escasos y poco representativos, no!
La carta se concentra en las entradas y los principales (que hay mucho y variado), pero hace agua a la hora del postre.
Nos decidimos por un panqueque Thai de banana (se vé que la leche condensada lo volvía thai, porque el resto era todo muy tradicional) y dos café Lavazza que vienen con los endulzantes tradicionales (azúcar, edulcorante), más unos pedacitos de jengibre confitados y azucarados que eran una delicia!
Todo esto por $203, es decir algo así como $70 cada uno. Si bien no es barato, vale la pena darse una vuelta y probar.
Acto seguido, ya con Cusita presente, nos pedimos los apettizer:
Tod Man Gung: Langostinos fritos con coco, con salsa agridulce de tamarindos.
Tom Yan Gung: sopa clara de langostinos, lemongrass, hojas de lima, hongos y chili.
( y ahí me quedó la sospecha de que Gung debe querer decir "langostino" en tailandés)
Arriba pueden ver los restos de 1/2 langostino y 1/3 de sopa, que fue mas o menos a la altura que mas o menos largamos los tenedores y nos acordamos de sacar la foto. Los langostinos estaban muy buenos; todo viene con salsa de tamarindos y salsa de soja y ajo, aparte y en sendos recipientes. Preferí la salsa de tamarindos, porque me encanta lo agridulce!
Definitivamente la sopa fue la estrella, el lemongrass+el chili y el sabor de los langostinos eran una combinación deliciosa.
Abajo están los principales que degustamos:
Kaeng Ped Kai o Nua: Curry rojo de lomo o pollo con calabaza y brotes de bambú en leche de coco.
Kaeng Khiao Wan Kai o Muu: Curry verde de pollo o cerdo con berenjenas en leche de coco.
(se vé que Kaeng debe querer decir "curry")
Y mi salmón al vapor con leche de coco, que no encontré el nombre thai.
Todo estaba muy rico, las porciones eran justas (no abundantes, pero tampoco exiguas). Cada plato viene acompañado de su correspondiente porción de arroz thasmin, que hace su aporte de aroma a esta comida de por sí tan aromática y especiada. El arroz blanco también funciona a efectos de "limpiar" la boca de sabores, es el neutro de la comida.
(+) Nada era demasiado picante, todo estaba bien equilibrado de sabores. Incluso en la carta estaba especificada la intensidad del picante de cada plato. No fear.
(-) La carta es bastante reducida en bebidas, sobre todo en vinos blancos (que casualmente son los que mejor acompañan este estilo de comida) no había ningún Torrontés en la carta, ni Sauvignon blanc por copa. Sólo Chardonnay, y lo sirven en copa de agua.
(--) La carta es tambien pobre en postres, lo cual es un poco peor que lo anterior, porque el lugar es mas bien de comida tailandesa, que las bebidas estén en un segundo plano puede ser un detalle, pero que los postres sean tan escasos y poco representativos, no!
La carta se concentra en las entradas y los principales (que hay mucho y variado), pero hace agua a la hora del postre.
Nos decidimos por un panqueque Thai de banana (se vé que la leche condensada lo volvía thai, porque el resto era todo muy tradicional) y dos café Lavazza que vienen con los endulzantes tradicionales (azúcar, edulcorante), más unos pedacitos de jengibre confitados y azucarados que eran una delicia!
Todo esto por $203, es decir algo así como $70 cada uno. Si bien no es barato, vale la pena darse una vuelta y probar.
3 comentarios:
Buenisimo el comentario!!!!! Te falto decir que habia gancho en el baño jejejeje
No me digas que me estoy pareciendo a Rose porque meee mueeeroooo!!!!!
kaeng no significa curry,se le llama a cualquier tipo de sopa thai..como khon thai uno espera encontrarse con su gente,su musica y un lugar mas exotico cosa que no encontre..las comidas no son del todo thai hay fusion de sabores..
Como argentino que no conoce..esta todo bien..igual hay que ver si no se analizo antes la tolerancia a la cultura..por eso la hacen de una cultura milenaria exotica algo fashion,una moda.
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