En el proceso evolutivo, el cerebro del hombre fue aumentando de tamaño y de esta manera, aumentó su capacidad intelectual que lo hizo destacarse de los animales. Esto hace que en determinado momento de su evolución comience a desarrollar su capacidad social e intelectual. Lo importante es que el combustible del cerebro es la glucosa (proveniente de los hidratos de carbono) y que el mismo es el órgano que más consume este combustible.
Consumir hidratos de carbono a partir de los cereales (hidratos de carbono complejos) no es lo mismo que consumirlos a partir de los azúcares (hidratos de carbono simples), ya que el tiempo de absorción y asimilación de los complejos (almidón) es lento y el de los azúcares (sacarosa, fructosa, etc) es casi instantáneo, produciendo un desbalanceo energético. Sumado a esto, el consumo de hidratos de carbono refinados (que recibe el nombre de "calorías vacías") al estar refinados no aportan vitaminas, ni minerales, ni enzimas, ni ácidos grasos de muy buena calidad.
Consumir hidratos de carbono a partir de los cereales (hidratos de carbono complejos) no es lo mismo que consumirlos a partir de los azúcares (hidratos de carbono simples), ya que el tiempo de absorción y asimilación de los complejos (almidón) es lento y el de los azúcares (sacarosa, fructosa, etc) es casi instantáneo, produciendo un desbalanceo energético. Sumado a esto, el consumo de hidratos de carbono refinados (que recibe el nombre de "calorías vacías") al estar refinados no aportan vitaminas, ni minerales, ni enzimas, ni ácidos grasos de muy buena calidad.
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