Este post debería llamarse "de como me engaño a mí misma para sobrevivir a la dieta", y no es la gran receta, obviamente. El asunto es que me como una porción de gelatina por lo menos una vez al día (tiene agua, es refrescante y contiene pocas calorías), y para no aburrirme se me ocurrió darle color y sabor agregándole frutas. Y después ya me descolgué con unas copas combinando dos sabores distintos, para agregarle un toque de color; a una de las partes le agregué queso untable descremado, que le cambió la textura; y a la parte transparente, de abajo de la copa le introduje unas rodajas de durazno "flotando" (para que no se fueran al fondo las agregué cuando la gelatina estaba entre sólida y líquida, a punto "agua viva") y decoré con más tiritas de durazno.

El esfuerzo va dando sus frutos, porque ya bajé 3 kgs. !