lunes, mayo 15, 2006


El cacao ha sido un producto muy apreciado desde las antiguas civilizaciones maya y azteca; incluso éstos últimos lo han utilizado como moneda de cambio durante mucho tiempo. En la época de la colonia, el chocolate era una bebida tan costosa que era consumida solo por la elite gobernante.
Mucho se ha dicho acerca de las propiedades energizantes del chocolate, antioxidantes, afrodisíacas y curadoras de la tristeza del mal de amores; lo que lo convierte en algo casi mítico.
Como míticos son los chocolates Fénix para la repostería porteña. Con poca publicidad y una excelente calidad han construido su buena fama de boca en boca. Hace un tiempo tuve la oportunidad de probar (gracias a Rodrigo Salgado) la nueva línea de chocolates con 70% de cacao, contundentes en su delicia. Les recomiendo la variedad Ocumare, de cacao venezolano.

(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las
chocolatinas, mira que todas las religiones no
enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad
con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel
de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)

Fernando Pessoa "Tabaquería"

4 comentarios:

Dorian Nieto dijo...

Me parecen muy buenos... pero un poco lejos para mi !

la enmascarada dijo...

ahhh...je suis sure que tu auras aussi des trés bons chocolats lá-bas!
Bienvenue!

Anónimo dijo...

Dorian est au régime depuis ce matin (ah aha ahhhhh) pas de chocolat pour lui!

la enmascarada dijo...

Mais... il y a du chocolat diet!
Allez, cherchez!