martes, febrero 27, 2007

Blue dream

Esta es la foto de mi transgresión vacacional: una Fanta Calypso.
Cuando éramos chicos, mi mamá nos alentaba a comer verduras de colores variados (porque así uno ingiere mayor cantidad de vitaminas), pero también alertaba seguido sobre los peligros de ingerir comida azul. "No existen alimentos de color azul", nos decía; o "la comida azul es veneno"; claro, en esa época no se habían puesto de moda las blueberries o eran inaccesibles a los bolsillos barriales; aunque no pasaba lo mismo con el helado de crema del cielo, que nos estaba terminantemente prohibido.
Ahora que estoy mayorcita y decido sobre mi alimentación, en Bolivia me animé a probar esta gaseosa de frutos silvestres que, para darle la razón a mi mamá, tenía bastante gusto a colorante; pero salí victoriosa en mi transgresión porque no me trajo ningún problema parecido al envenenamiento por azul tan temido.
De más está decir que me sentí como una adolescente rebelde de viaje de egresados, o de vacaciones con amigos, en zona liberada de controles paternos.
La sensación valió la pena, quizás más que la Fanta en sí misma.

2 comentarios:

rachel dijo...

sur qu'il n'y a pas du chimique la dedans!! ;o)

Anónimo dijo...

il y en a! aussi comme dans las fruites ou les legumes qu'on mange maintenant.
:)